¡Hola amigues! ¿Cómo están?
Espero que el inicio de mes los esté tratando muy bien.
Hoy vamos a hablar del famosísimo ‘bloqueo creativo’ y cómo ‘sobrevivir a él’.
Si ustedes, como yo, son creativos (o incluso si no lo son) probablemente ya sabrán de lo que les estoy hablando. Para mí al menos, el bloqueo se siente como unas ganas enormes de querer hacer ‘algo’ pero no saber qué es ese ‘algo’, ni por dónde empezar a hacerlo. A veces, este bloqueo se convierte en desesperación, en frustración y confabula con mi síndrome del impostor; para nada una experiencia bonita. Esta sensación puede convertirse en un problema si no la afrontamos a tiempo.
Hay varias causas que pueden fomentar la aparición de un bloqueo:
Miedo: Hacer arte es ponerse en una posición vulnerable y eso da miedo. No les voy a mentir, revelar las carencias que creemos tener da miedo y bastante; sobretodo cuando las revelamos a extraños en el internet.
Aburrimiento: Crear mientras estamos en piloto automático es aburrido. Cuando el trabajo se vuelve predecible y cómodo, deja de ser divertido.
Miedo a fallar: A veces caemos en la práctica de demonizar el error. Si no nos sale perfecto a la primera, entonces hemos fallado. Pero lo cierto es que Roma no se hizo en un día, la práctica es la que nos lleva, tarde o temprano, a construir ciertas habilidades.
Desde mis tiempos universitarios vengo tratando de ‘pilotear’ el bloqueo creativo. Fueron demasiadas las situaciones donde sentía que no tenía nada que decir o que no podía encontrar lo que quería hacer y me sentía relegada y atrasada en comparación a mis compañeros de carrera que parecían tener todo resuelto -al menos en su vida académica.- Con el paso de los años y desde que el universo me regaló la enorme fortuna de poder tener una vida laboral creativa he tenido que aprender, si o si, a lidiar con el bloqueo creativo y a salir de él antes de que me coma viva.
EL BLOQUEO CREATIVO VS. EL AGOTAMIENTO CREATIVO O ‘Burn out’
En mi experiencia, he experimentado ambos. Para mí, el bloqueo creativo (como ya lo dije) se siente como una frustración, como la ‘imposibilidad’ de hacer algo. Los bloqueos creativos surgen tarde o temprano, pero en lugar de centrarnos en si es o no un problema, es mejor centrarnos en la solución. He encontrado varias.
PONTE MANOS A LA OBRA: Comenzar es muchas veces la parte más difícil del camino. Encontrar un punto de partida a veces no parece tan fácil. Pero la verdad es que hay muchos puntos de partida: dibuja tu cocina, dibuja a tu mascota. Juega con manchas de pintura o con garabatos varios en una hoja de papel. Permítete jugar y divertirte.
Para esta práctica en mi sketchbook usé como referencia las acuarelas de Edward Wallhouse-Mark y las re interpreté en mi estilo.
NAVEGA LA HOJA EN BLANCO: Este es mi miedo #1. Le tengo terror a la hoja en blanco; pero es normal (creo), muchas veces me abruman las infinitas posibilidades que pueden haber en una hoja en blanco. ¿Entonces? Agarra un pedazo de papel cualquiera, del periodico, de una revista. Juega con él, rompelo, arrúgalo. Nuevamente, se trata de jugar y ‘encontrarle la comba al palo.’
LIMITA TUS HERRAMIENTAS: Como decía anteriormente, la infinidad de posibilidades puede
abrumarnos si no sabemos como resumirlas. ¿Si te dieran 120 colores, serías capaz de solo escoger uno? Probablemente no, y a lo mejor tratarías de hacer demasiado y al final no terminarías haciendo nada. Por eso, he aprendido que menos es más. Limítate a usar dos colores, o un sólo color, limita el tamaño de tu composición o pon un montón de palabras en un frasco y escoge una. Dibuja eso. Los límites nos ayudan a resolver problemas de manera creativa.
Limitar mis herramientas es mi manera favorita de salir de un bloqueo creativo. Para esta práctica me limité a hacer peces y escogí solo 2 colores (uno de ellos acuarelables), y 2 crayones.
Para esta práctica me propuse usar SOLAMENTE crayones. No limité mis colores en general porque quería experimentar las diferentes formas de usarlos, pero si te das cuenta, en cada uno de los cuadritos usé una paleta de color muy específica.
¿QUÉ TAL SI...?: Preguntarse ¿qué pasaría si…? puede ayudarnos a tener muchas más ideas en lugar de preguntar ¿Qué hago? o ¿Qué dibujo? Cuando la pregunta se plantea como una posibilidad tenemos un espectro de ideas mucho más amplio.
Esta fue una práctica que realicé cuando estaba bloqueada creativamente. Y lo que hice fue preguntarme a mi misma ¿qué pasaría si hago esta misma ilustración en diferentes técnicas?
Ahora, hablemos sobre el agotamiento creativo o ‘burn out’. Si el bloqueo creativo es más bien una aversión a empezar, el agotamiento surge de la inhabilidad de decir no, y es el resultado de ignorar tus límites fisicos y mentales con respecto a la producción creativa. Los artistas no somos máquinas, y no deberíamos tratar a nuestro trabajo como ‘un producto’ y ya está; tener esta mentalidad nos puede llevar al agotamiento, y no queremos eso. Es importante aprender a decir que no, aceptar demasiadas cosas y estar trabajando todo el tiempo no es sano. Es hora de dejar de romantizar jornadas laborales de 14 horas, eso no es ser una ‘girl boss’, es estar esclavizándose a una misma.
PERMÍTETE DESCANSAR: Cuando he estado en esta situación lo que más me ha servido es descansar. No hay nada de malo en estar en modo ‘no productivo’. Siempre puedes encontrar una fuente de ingresos alterna que te asegure estabilidad mientras encuentras el equilibrio creativo otra vez.
MANTENTE CURIOSO/A: La vida es mucho más que el trabajo. No te sientas mal por dedicarle tiempo a tus hobbies. No todo en esta vida debería monetizarse, encuentra un pasatiempo que te llene. En mi caso, es la cocina. Adoro cocinar y hacer un montón de preparaciones; no me importa que hacer una lasaña o un pastel me lleve 4 horas, porque cada minuto de este hobby para mi no es tiempo perdido, y realmente lo disfruto. Hay personas que me dicen que debería ‘montar una pastelería’ o que debería empezar a vender lo que hago. Pero lo cierto es que a mi no me interesa monetizar este hobby. Lo hago porque me encanta, y ya. Estoy segura que si lo monetizara, perdería toda la diversión.
SÉ COMPASIVO/A CONTIGO MISMO/A: No te estreses contigo mismo/a por sentirte agotado. Permítete la compasión, permítete abrazarte y sentir esas emociones de manera plena. Comprende que es algo temporal, por muy doloroso que sea. En mi experiencia, recuperarse de un agotamiento no es un paseo por la pradera. Tómate tu tiempo para encontrar un flujo de trabajo más sostenible.
Y por último, ten en cuenta que nada en la vida es lineal, todo el tiempo estamos cambiando y navegando emociones distintas. Hoy las cosas pueden no pintar muy bien, pero a lo mejor mejoren mañana. No hay tormenta que dure 100 años.
Si llegaste hasta aquí ¡gracias! y gracias por estar y por todo el amor que le das a mi trabajo. Recuerda cuidarte en cuerpo y alma y si hay algún tema del que quisieras que hablara déjamelo saber. ¡Nos vemos en un próximo boletín!
Ale
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